Sharan Burrow
Conforme se hace sentir el impacto del cambio climático a escala mundial, es evidente que los actuales compromisos políticos no resultan suficientes para romper con los modelos dominantes de producción y consumo e impulsar la transición hacia una economía con cero carbono. Pese a los esfuerzos desplegados por sindicatos y movimientos sociales y medioambientales insistiendo en que se aborde la justicia y la ambición climática, se requiere mayor acción para evitar las catastróficas consecuencias del cambio climático.
Los compromisos de los líderes en cuanto a la reducción de emisiones para 2030 y para alcanzar la neutralidad climática y cero emisiones netas para 2050 no sólo resultan insuficientes para moderar el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 °C, sino que además no se acompañan de medidas políticas efectivas para garantizarlo.
Es hoy que necesitamos planes ambiciosos, no mañana.
Los científicos están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto, según el último Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo –como el aumento continuo del nivel del mar– no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios.

Sin embargo, una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero permitiría limitar el cambio climático. Aunque las mejoras en la calidad del aire serían rápidas, podrían pasar entre 20 y 30 años hasta que las temperaturas mundiales se estabilizasen, según el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, Cambio Climático 2021: Bases físicas. Según dicho informe, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas son responsables de un calentamiento de aproximadamente 1,1 °C desde 1850–1900, y se prevé que la temperatura mundial promediada durante los próximos 20 años alcanzará o superará un calentamiento de 1,5 ºC. Con un calentamiento global de 1,5 °C, se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías; mientras que con un calentamiento global de 2 °C los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.